Opinión Portada 

El comentario de hoy, jueves 30 de mayo 2024

Estamos a tres días de uno de los episodios más trascendentales para el pueblo de México: las elecciones concurrentes más competidas en la historia contemporánea. Este 2 de junio, hay que salir de casa e ir a votar. El sufragio es el pivote de todo proceso democrático. Sin voto, todo lo demás será dictadura o autocracia. El triunfo o derrota de unos o unas u otras, sólo tendrá legitimidad en tanto sea producto de la voluntad ciudadana.

Sin embargo, todo proceso de elecciones requiere de un entorno de libertad, seguridad y certidumbre. Además, de cumplimiento con la ley. Deben quedar atrás aquellas viejas acciones fraudulentas del pasado, como las operaciones carrusel, tamal o la entrega de estímulos económicos o materiales para inducir el sufragio. Tampoco deben darse en un entorno de miedo, intimidación o amenaza. Menos, de condicionar apoyos sociales que están ya en la Constitución.

Tengo la certeza de que éstas serán las elecciones más vigiladas de los últimos tiempos. No hay que olvidar que tienen las características de una elección de Estado. He ahí la importancia de que todos salgamos a votar y abatir el fantasma del abstencionismo, que ha permeado en algunos procesos electorales de años anteriores. La mejor manera de aceptar el estado de cosas o rechazarlas está en manos del ciudadano quien, de manera libre, lo manifestará con el sufragio.

He ahí el por qué se ha dado una lucha permanente para defender a las instituciones y órganos autónomos, como el Instituto Nacional Electoral –INE-. El árbitro no puede estar sometido al capricho del Poder Ejecutivo ni, mucho menos, sus consejeros ser lacayos o fieles servidores. Lo mismo va para los órganos jurisdiccionales. Estoy convencido de que entre los mexicanos hay aún resabios de confianza para los mismos.

La elección del próximo dos de junio no es una más. Lo que está en juego no es la permanencia o no de cierto partido en el poder, sino es el futuro de México. Es tiempo de forjar la unidad. A todos nos cubre la misma bandera y nos identificamos con los mismos valores nacionales. Somos millones quienes le apostamos a un país libre, seguro, sin miedo. Es tiempo de rechazar el encono, la polarización y el odio.

Como en todo proceso democrático que gane quien obtenga la mayoría de sufragios. Ésas son las reglas. Pero que haya un juego limpio y piso parejo para todos. No hay que dejar que otros decidan por nosotros. Hay que salir a votar y con ello, apostarle una vez más al México que todos anhelamos. (JPA)

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